Al saber que mis hijas son autistas aún hay gente que me pregunta «¿Están bien?» o «¿Se han curado del autismo?». Esto se debe a una visión del autismo poco actualizada. Incluso hay profesionales que aún piensan en curar el autismo. Esta es una visión que no comparto PARA NADA.
El autismo es una condición compleja y heterogénea, y como tal, ha sido objeto de múltiples interpretaciones y perspectivas. En este artículo te cuento sobre dos maneras muy diferentes de mirar el autismo: El modelo médico y el Paradigma de la Neurodiversidad.
El modelo médico en autismo
El modelo médico de salud mental es el que lleva muchos años entre nosotros y es el que considera que el autismo es un trastorno psiquiátrico que necesita ser tratado o curado. En este modelo, el enfoque se centra en las deficiencias y los problemas que experimentan las personas con autismo, y se busca corregir o eliminar estos síntomas a través de terapias o medicamentos.
Es decir, concibe el autismo como un error, algo que hay que arreglar para funcionar «correctamente».
Como si todas las personas fueran un ordenador con Windows y las personas autistas fueran un ordenador con virus que no las deja funcionar correctamente.
El objetivo que persigue es «eliminar» la parte de la persona que no funciona (el autismo) para llegar a ser «normal».
El paradigma de la neurodiversidad
Por otro lado, el paradigma de la neurodiversidad entiende el autismo como una forma natural de diversidad humana, en la que las personas con autismo tienen habilidades y perspectivas únicas que pueden ser valoradas y apreciadas. Este enfoque busca comprender y respetar las diferencias en el funcionamiento cerebral y cognitivo de las personas con autismo, y promueve la inclusión y la aceptación de la neurodiversidad en la sociedad.
En lugar de centrarse en la corrección de las dificultades que pueden experimentar las personas con autismo, el paradigma de la neurodiversidad busca proporcionar apoyos y adaptaciones para que puedan participar plenamente en la sociedad y ser valorados por sus habilidades y contribuciones. Además, este enfoque reconoce la importancia de escuchar y empoderar a las personas con autismo para que puedan ser agentes de cambio en la lucha por sus derechos y necesidades.
Es decir, el paradigma de la neurodiversidad plantea que hay una diversidad de funcionamiento de cerebros y hay que valorar la diferencia como algo natural y enriquecedor. Como si una mayoría fueran ordenadores con Windows (neurotípicos) pero hubiera otros con IOS de Apple o Linux (autistas, TDAH, AACC…). Menos conocidos pero IGUAL DE VÁLIDOS.
Mi visión como autista
Viviendo el autismo en primera persona, como autista y madre de autistas, creo que el autismo no se puede separar de la persona.
Mi autismo no se puede eliminar y si hubiera nacido sin él no sería yo. Por eso, creo mucho más acertado el paradigma de la neurodiversidad ya que ofrece una perspectiva positiva y respetuosa del autismo y otras condiciones neurológicas y cognitivas. En lugar de ver el autismo como un trastorno o una discapacidad, se reconoce que las personas autistas tienen una forma única de procesar la información y de experimentar el mundo.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Para seguir aprendiendo sobre el tema recomiendo leer:
- El poder de la neurodiversidad de Thomas Armstrong
- Neurotribes de Steve Silberman
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