En este artículo me dedico a dar mi visión sobre:
- Qué es el orgullo autista
- ¿Estamos romantizando un trastorno?
- ¿Está de moda ser autista?
¿Ser autista es motivo de orgullo?
Al escuchar «orgullo autista» automáticamente se alzan voces diciendo que nadie puede estar orgulloso de tener un trastorno. Incluso hay quien especifica que sólo las personas con (el mal llamado) autismo «leve» pueden estar felices de ser autista. Esta corriente argumenta que las personas con autismo «severo» y sus familiares nunca podrían estar orgullosos del autismo.
Ahí es cuando yo veo que hay un error de percepción sobre lo que significa «orgullo autista» y querría arrojar algo de luz al respecto.
Lo primero que hay que entender es qué es y qué no es el autismo. Sobre ello, ya hablé largo y tendido en este artículo del blog. Segundo, creo que es necesario recordar que en este blog sólo doy mi opinión como persona autista (y madre de autistas) y me baso en mi propia experiencia.
¿Romantizamos un trastorno?
El orgullo autista es una forma de aceptación y celebración de la diversidad neurotípica. Es reconocer que el autismo es una parte integral de nuestra identidad y no algo que necesite ser curado o corregido.
El orgullo autista no niega que ser autista implique afrontar retos que otras personas evitan. Yo no elegí ser autista y ni siquiera me gusta serlo. Soy consciente de los desafíos que he enfrentado durante toda mi vida y de los que me quedan por vivir. Pero el orgullo autista se refiere a no olvidar que también tengo valor, tengo habilidades que me hacen útil y no soy menos que nadie por ser autista.
El orgullo autista es una postura que busca reivindicar el valor y la dignidad de las personas autistas. En lugar de enfocarse en las limitaciones y dificultades que puedan tener, se enfoca en sus fortalezas y habilidades únicas.
¿A qué me refiero con orgullo autista?
A mi modo de ver, se podrían resumir los puntos más importantes en los siguientes:
- La discapacidad no es incapacidad. Las personas nos enfrentamos a desafíos en la vida diaria, pero eso no significa que debamos olvidar nuestras habilidades. Las personas autistas tienen talentos únicos, como la capacidad de enfocarse intensamente en un tema o percibir detalles que pasan desapercibidos al resto. Olvidar las capacidades nos hace centrarnos sólo en lo negativo y olvidar lo positivo.
- Ser diferente no es ser menos. A día de hoy, existe un estigma y una discriminación hacia las personas autistas, viéndolas menos capaces que las neurotípicas. La realidad es que todas las personas tienen algo único que ofrecer al mundo. Tener unas necesidades distintas a la mayoría no implica que las personas autistas sean ciudadanos de segunda, que hayan de sufrir infantilización o que no puedan ser autónomos.
- Podemos querernos a nosotros mismos con nuestros retos y habilidades. A menudo se espera que la persona autista aprenda a comportarse «normal» (como si fuera neurotípica) y muchas terapias van dirigidas a suprimir comportamientos típicos de autistas (por ejemplo, ocultando estereotipias). El orgullo autista es aprender a querernos sin enmascarar. No necesitamos «parecer normales» para valorarnos.
- La neurodiversidad enriquece la sociedad. La neurodiversidad reconoce que el cerebro de cada individuo funciona de manera distinta y que esto no solo es normal, sino que es positivo para la sociedad. Personas en el espectro autista, TDAH, dislexia, entre otros, aportan un enfoque diferente a la hora de enfrentar problemas y encontrar soluciones.
La inclusión de la neurodiversidad en la sociedad permite un enriquecimiento cultural y social, promoviendo la aceptación de la diferencia y la valoración de las capacidades individuales.
Orgullo autista: hacia una sociedad más igualitaria
En resumen, el orgullo autista no es una romantización de un trastorno ni una moda pasajera; es un llamado a la aceptación, la inclusión y el reconocimiento de la diversidad neurotípica. Es un recordatorio de que cada persona, independientemente de su neurodiversidad, tiene un valor intrínseco y habilidades únicas que aportar a la sociedad. No se trata de ignorar los desafíos que enfrentan las personas autistas, sino de equilibrar la narrativa para incluir tanto las dificultades como las fortalezas.
El orgullo autista nos invita a todos, autistas y neurotípicos, a cuestionar nuestras preconcepciones y a trabajar juntos para construir una sociedad más inclusiva y respetuosa. Es un paso hacia la eliminación del estigma y la discriminación, y una celebración de lo que significa ser autista: ser humano en toda su complejidad y maravilla.
Con el orgullo autista por bandera, podemos trabajar juntos para crear una sociedad más inclusiva y respetuosa para todos.